Ayer participé en el bautizo de la hija de unos
amigos que han querido que yo sea su padrino. Fue precioso ver la felicidad de
estos padres. El embarazo llegó cuando estaban casi hechos a la idea de que no
llegaría. Esta hija es un verdadero regalo. Vivimos el bautismo de María del
Carmen con mucha profundidad. Al leer la primera lectura de hoy me ha acordado
de esta niña que antes de la creación ya estaba en la mente de Dios y fue
elegida para ser hija suya para alabanza de su gloria. Lo que hicimos ayer fue
hacer palpable mediante el agua, las palabras y los demás signos, el designio
de amor que Dios tiene para esta niña. Para siempre María del Carmen será hija
amada de Dios. Tú y yo también. Feliz día y bendiciones. Para ver las lecturas pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario